Lo más ventajoso es ir ordenando mi casa. Pero, sobre todo, ordenar mi vida, descubriendo mis prioridades. Y valorarme más. Más tranquilidad, pensamiento más ordenado, cambios hacia el bienestar. Deshacerme de muchas cosas acumuladas. Y, sobre todo, de acumulación de sentimientos y de pensamientos. Ser capaz de deshacerme de lo que me agobia, valorar lo que me importa, quererme más, sin esperar que me quieran, ser quien soy cuando yo lo elija.
La única expectativa que tenía al decidir empezar el Proceso era ordenar mi casa, porque no podía soportar vivir en ella y no sabía, ni podía, solucionarlo yo sola. Entonces, afloraron mis problemas personales. Y en eso estamos. Por lo tanto, el Proceso supera, con mucho, mis expectativas iniciales.
Me marcaba muchos cambios e intentaba ocuparme de todos a la vez. Ahora me he marcado un orden de prioridades y he empezado, por fin. Me falta ir incorporando más cambios. A veces, me asombro de lo que voy descubriendo de mí misma, de aspectos que no sabía que fueran causas de mi sufrimiento. De manera que, como aún estamos en el Proceso, todavía estamos ordenando, con lo que lo más importante varía en función de cómo voy evolucionando.
Marta me escucha de forma activa siempre que lo necesito, no sólo en las sesiones. Me siento más capaz, tranquila, me voy aceptando más, no me siento culpable por todo y, sobre todo, muy ilusionada en conseguir ser más feliz. Me siento absolutamente apoyada y acompañada por ella. Aprecia mis sentimientos y pensamientos. Su empatía es inmensa. Su capacidad de reacción es rápida, sobre todo teniendo en cuenta que los temas surgen de forma repentina. Y es muy resolutiva: siempre tiene una o más soluciones adaptadas a la cuestión y, especialmente, a mí. Toma verdaderamente en cuenta mis objetivos.
Por ahora, he ordenado mucho mi casa, y tengo intención de acabar. Tengo más orden a mi alrededor y en mi interior. Me valoro más y soy más “amable” conmigo misma y con los demás. Controlo mi ira. Me permito llorar. Siguiendo la trayectoria ascendente, como hasta ahora, creo que podré ir incorporando nuevos cambios.
Las sesiones están reduciendo mucho mi nivel de estrés. Desde luego, me siento mucho más fuerte gracias a las sesiones realizadas. Mis objetivos parecen accesibles hasta el nivel que pueda y quiera. Mis ideas preconcebidas están cambiando… como creerse incapaz de ser querida si te muestras como quieres ser. Sentir que tienes derecho a ser quien quieres ser. Nunca es tarde para quitarse la coraza, sin necesidad de dar ningún tipo de explicación. Yo soy importante y no necesito que nadie me valore. Los demás ya no me dañan, porque no es esa su intención o porque yo no lo acepto. Esto me ayuda a continuar buscando la tranquilidad y la felicidad. A sentirme menos presionada y a disfrutar cada día un poco más.
Mi grado de satisfacción referente al punto actual de mi Proceso de Orden es de sobresaliente, y me siento libre de explicarle a Marta mis posibles insatisfacciones. Resumiendo: Marta tiene la capacidad de hacer sobresalir la mejor versión de mi mima, y es por eso que la recomiendo. Creo que nunca podré agradecerle su inestimable ayuda. Para mí ha sido decisivo entrar en este proceso. Muchas gracias