Solo el trabajo alegre te aportará felicidad y también a los demás
Eso dice Paul Ferrini en su libro «El Silencio del Corazón», y continúa así:
El trabajo espiritual incluye la expresión alegre del propio Ser para elevar a los demás. Si tu trabajo no es alegre, si no expresa tus talentos y habilidades y si no eleva a los demás, no es trabajo espiritual. Es el trabajo del mundo. Te he pedido muchas veces que estés en el mundo sin ser del mundo. ¿Qué significa esto? Quiere decir que puedes hacer las tareas que hacen otros hombres y mujeres, pero que tú has de hacerlas alegremente, en el espíritu del amor. Ofrece tu trabajo como un regalo, y eso no implica sacrificio alguno. Si hay sacrificio involucrado, entonces no habrá alegría y, por tanto, no habrá don. No trabajes por deber, ni siquiera para servir a otros. Lo que hagas hazlo alegremente o no lo hagas. No realices algo que no te solo para ganar dinero. Incluso si ese dinero sustenta a tu familia, esas personas no prosperarán por tu sacrificio. No prospera nada que no venga del amor. Hay cientos, miles de maneras de engañarte a ti mismo y de trabajar por sacrificio o por deber. Y hay otras tantas maneras de engañar a los demás y de trabajar por impaciencia y avaricia. Sé consciente de todas las maneras sutiles que tienes de engañarte y de engañar a otros. La riqueza material, el nombre y la fama no te darán la felicidad. Solo te la aportará el trabajo alegre. Solo el trabajo alegre aportará felicidad a los demás. No creas que la dicha puede venir del sacrificio o del esfuerzo. Los medios deben ser coherentes con los fines. El objetivo se despliega a través del proceso mismo. Ten cuidado con el trabajo motivado por la culpa o el orgullo espiritual. No trates de salvarte ayudando a los demás. No trates de salvar a los demás cuando eres tú mismo el que necesita ser salvado. En primer lugar, pon las cosas al derecho en tu propio corazón y mente. Aprende a perdonar el pasado y a honrarte a ti mismo, aquí y ahora. Aprende a confiar en tus dones. Cuando expreses plenamente quién eres con alegría, tu trabajo se extenderá de manera natural a los que puedan beneficiarse de él.
El mayor obstáculo para realizar nuestro propósito vital es intentar dirigirlo
Habiendo encontrado la labor de tu vida, el mayor obstáculo para su realización reside en tu intento de «dirigirlo». No puedes hacer que tu trabajo espiritual ocurra. Si lo intentas, fracasaras. Verás que el trabajo más elevado se tiñe de orgullo espiritual y queda minado por las expectativas de tu ego. No puedes hacer trabajo espiritual del mismo modo que haces trabajo mundano. El primero requiere rendición. El último requiere la ilusión de control. En cuanto renuncias a la necesidad de controlar, cualquier trabajo puede volverse espiritual. En cuanto tratas de estar al cargo, los proyectos más espirituales empiezan a desmoronarse. Lo que es espiritual no es lo que haces, sino cómo lo haces. Lo que haces con alegría es trabajo espiritual. Lo que es mundano no es lo que haces, sino cómo lo haces. Lo que haces por por deber, por sacrificio o porque buscas aprobación es trabajo mundano. No es el cascarón externo lo que importa, sino la motivación interna. No intentes descubrir el propósito de tu vida escuchando las ideas y opiniones de otros. Eso no es posible. Descubres el trabajo de tu vida escuchando la voz de tu corazón. No hay otra manera. Parece ser un viaje solitario y, de algún modo, lo es porque nadie más puede hacerlo por ti. Debes correr los primeros kilómetros tú solo. Debes evidenciar tu compromiso. Has de mostrar que los demás no te sacarán de tu curso. Con el tiempo irán viniendo otros que compartirán tu camino. Esto es inevitable. No tienes que ir a buscarlos. Te los encontrarás siguiendo el curso natural de honrarte a ti mismo y de estar abierto a la experiencia.
Hoy es un día, como todos los demás, en el que me siento agradecida por atreverme a unificar mis dones a través de Re-Orden, para desarrollarme felizmente mientras sirvo de impulsora hacia la mejora de vida de quienes me brindan su confianza. Pongo el foco en avanzar cada día en el proceso de aceptar-soñar-crear mi propio Orden y lograr mantenerlo y sobre todo disfrutarlo, para compartir mis aprendizajes y con ello guiar y acompañar a quienes deciden ponerse en mis manos. Es una cuestión de Amor por mi misma honrando mis capacidades y dones, para poder así honrar y Amar a los demás, con sus luces y sobras, motivándoles e impulsándoles para que inicien, despeguen y renazcan en la mejor versión de si mism@s… y ver sus progresos me llena el alma de alegría y me re-conecta con mi propósito de vida!
Reconoce y valora tu evolución
En palabras de Paul Ferrini «El silencio es la esencia del corazón. No puedes estar en el corazón a menos que te perdones a tí mismo y a los demás». Por eso hoy te invito a tomarte un ratito de silencio para conectar con el perdón, que no es otra cosa que el reconocimiento de que ERES y actúas de la mejor manera que sabes y puedes. No hay errores, solo evolución y crecimiento. Bienvenida sea la ACEPTACIÓN como primer paso de tu proceso de Orden:)
Mil gracias por leerme y compartir este post con las personas de tu entorno a las que sientas que puede resultarle útil la reflexión de hoy
Hasta el próximo jueves!