Inspirada hoy por Mario Alonso Puig, comparto contigo todas las enseñanzas de esta charla con Anne Igartiburu sobre la gestión de la incertidumbre que no tiene desperdicio, y que he parafraseado un poco a mi manera para invitarte a interiorizar y poner en práctica desde ya mismito!
Vivimos en un estado constante de incertidumbre
Reconocerlo y aceptarlo te ayuda a relacionarte positivamente con la incertidumbre, en lugar de rechazarla superficial o profundamente. Aprender a gestionarla te fortalece. En caso contrario te destruye a tí y a los que te rodean.
El hecho de que creas contar con ciertos apoyos que te dan estabilidad y sensación de control, en cierto modo te impide disfrutar completamente de la aventura de vivir. Y por eso la vida te ofrece constantemente oportunidades de evolucionar, para que te demos cuenta de que eres capaz de experimentar grandes retos y crecer a través del proceso, aunque al principio te cueste adaptarte, lo pases mal y te sientas confus@. Se trata de poner el foco en el aprendizaje y la aventura para contrarestar el miedo a lo desconocido, siendo valiente y sensat@ mientras evolucionas.
No limites tu capacidad de aprendizaje
Tenemos la mala costumbre de hacerlo con el lenguaje interno “esto no se puede, esto es muy difícil, yo no puedo, por qué me pasa esto, qué gran desgracia”, haciéndonos esclavos de nuestras palabras. Esto hace que nos sintamos divididos en nuestro interior, enfrentándonos y culpándonos a nosotros mismos, a los demás y a la vida, en lugar de fluir.
Esto ocurre porque el intelecto está profundamente influido por el mundo afectivo. Si crees que no puedes, el estado emocional que te generas reduce tu capacidad para ver opciones, lo cual te angustia más y reduce más aún tu visión, concluyendo que no es posible. Cuando te resistes a algo, no solo te sientes mal, sino que además biológicamente reduces tu capacidad real de superarlo: mermas tu inteligencia, creatividad, y espíritu emprendedor. Sin embargo, cuando tus emociones están equilibradas, puedes ver opciones, logras encontrar un camino de adaptación y te das cuenta de que sí se puede.
Todos tenemos la responsabilidad de triunfar
Muchos se sienten culpables por ello, porque la mayoría de la gente se molesta, desconcierta y confunde al ver a alguien que transmite entusiasmo, alegría, pasión e ilusión, sobre todo en tiempos difíciles
La salida no es la oscuridad, sino la luz, ponerte como parte de la solución: necesitas entusiasmo para atraer oportunidades, sonreír para “hacer que vaya bien”, colocarte en otra posición, con la mirada puesta en atraer lo que deseas
El observador si afecta a lo observado
Los procesos mentales y corporales son dos dimensiones de la misma realidad, lo que afecta al cuerpo afecta a la mente y viceversa. Ir con una sonrisa, que te importen los demás, que intentes dar lo mejor de ti en todo lo que haces, con verdadero deseo de contribuir y crecer. Lo que haces impacta en tí y los demás. Haciéndole la vida más agradable a todos, eres feliz y el universo confabula a tu favor?
Se trata de vivir de acuerdo a lo que tiene sentido para ti y confiar en el universo… gestionar de esta forma la incertidumbre te abre a que empiecen a suceder cosas
Cómo ser escultor de tu propia vida
Ritual mañanero: pregúntate, ¿qué día quieres crear? Y en base a eso decide qué hacer. Toma protagonismo y lleva al mundo la disposición necesaria para aumentar las posibilidades de que suceda lo que deseas. ABRE UN ESPACIO DE POSIBILIDAD, busca como quien cree que va a encontrar, sé amable con todo el mundo, paciente, persistente, constante, consistente, perseverante, permite que tu imaginación sueñe. Empieza a subestimar lo que puedes hacer en un día, y a sobreestimar lo que puedes hacer en semanas, meses y años?
Esto te ayuda a sentirte mejor, conseguir cambios positivos en tu fisiología, actuar de forma más adecuada, y transmitir ánimo en la interacción con las demás personas. Y revisarlo a lo largo del día, te ayuda a gestionar la capacidad mental más importante del ser humano que es el foco de la atención en lo que deseo, no en lo que me falta. Tus emociones positivas desde la conciencia son la clave para reorientar tus acciones y logar avanzar hacia tus objetivos.
Y ahora te estarás preguntando ¿y si no pasa?… pero, ¿y si pasa? No le exijas a la vida que haga las cosas cómo, dónde y cuándo tú quieres. El universo te ofrece posibilidades ilimitadas, sorpresas y causalidades, cuando te dejas llevar, y te relacionas con la vida de manera especial. Pon tu foco en levantarte cuando te caes, con el entusiasmo de la confianza de que lo mejor está por llegar, y que al final todo va a salir bien, y si no sale bien, es porque no es el final aún.
No estamos aquí para vivir en la mediocridad, sino en la grandeza. Como dijo el escultor Miguel Ángel: “la mayor desgracia de una persona es apunta bajo y que le salga bien”
Mil gracias por leerme y por compartir este post con todas las personas de tu entorno a las que sientas que puede resultarle útil
Hasta el próximo jueves!