Estando hace unos días durante la sesión de masaje TNDR, Tamara apretó en un determinado punto, que me dolió muchísimo y no pude evitar soltar: cuánto duele lo que no duele!.-Qué buena frase Marta!, dijo ella.
Y es que, efectivamente, mis puntos principales de dolor eran otros, y sin embargo, descubrimos alguno más que no estaba dando la cara, pero que me dolía incluso más que los principales!
No sé si te he contado que cada vez más (y te hablo de cada día y en cada momento), me doy cuenta de la conexión que tiene TODO con nuestras emociones y nuestra forma de funcionar en la vida
Puedes no ser consciente de tu rabia, tristeza, y miedo acumulados… pero ahí están dañándote
Y cuánto duelen? Muuuucho, créeme. No solo hay partes del cuerpo que nos duelen sin saberlo hasta que les prestamos atención. También cargamos con emociones que nos están haciendo daño, aunque no seamos conscientes de ello.
Quizás la más común es la rabia… seguro que a ti también te pasa que aparentemente te comportas con normalidad ante situaciones adversas, no sueles enfadarte ni levantar la voz cuando alguien te la juega. Pero de repente un día, por una cosa insignificante le contestas mal a alguien cercano, o te sientes más dispers@ de lo habitual… Y es que, sin darte cuenta has ido acumulando rabia y frustración hasta tenerla a flor de piel pero controlada en ciertos ámbitos… Ahora bien, cuando estás junto a tus seres queridos, bajas la guardia, y cualquier comentario puede activarla, danto pie a un conflicto que se podría haber evitado. Y aún hay más, porque, como ya te he comentado en otros post, las emociones no gestionadas afectan negativamente a tus capacidades intelectuales, que no estarán a pleno rendimiento debido al esfuerzo de contención emocional. Todo esto son avisos de que necesitas liberar/soltar tus emociones, y para ello primero debes ser consciente de ellas, lo que yo llamo ACEPTAR, que es el primer paso del método Re-Orden
Estar irritable o funcionar a medio gas se ha convertido en algo habitual, pero tiene remedio
De forma natural tendemos a la supervivencia, y para ello nuestro organismo se centra en las funciones prioritarias, guardando para después lo que deduce que puede esperar. Por ejemplo: gestionar la rabia que te produce que tus empelados no sigan las instrucciones que les das y que tengas que ir detrás resolviendo sus errores, gestionar la tristeza que te produce tu interpretación de tu soltería, gestionar el miedo derivado de la incertidumbre debida al COVID-19
La realidad es que aunque la gestión emocional puede esperar, no es nada sano. Es como aguantarte las ganas de ir al baño más de una hora de forma habitual y continuada. Tu cuerpo revienta, no? Pues lo mismo pasa con las emociones! Solo que la forma de reventar puede ser muy diversa, y gradual, empezando por irritabilidad, siguiendo por pérdida de memoria, hemorragias nasales, o un tumor en el páncreas.
Imagínate la rabia, tristeza y miedo que debe estar acumulada en tu organismo si llevas años sin poner límites, sin llorar…
El problema de esto es que aún somo pocas las personas que estamos dispuestas a hacer el esfuerzo de rescatar y sanar esas emociones contenidas… porque la verdad es que duele revisar el pasado… y mucho a veces. Pero lo peor sin duda es que quienes no trabajan su propia gestión emocional están volcando su dolor sobre los demás, de forma directa o indirecta, consciente o inconsciente… y eso daña tanto a su entorno, que se vuelve contra ellos.
El universo te devuelve aquello que das
Esta frase aplica perfectamente a lo que acabo de contarte. Si das negatividad, eso te llegará. Si das Amor, Amor te llegará… y ojo, lo hará multiplicado, quizás por 3, quizás por 10, o quizás por un millón!
Asique si quieres una vida llena de Amor y serenidad, cultiva eso en ti. Y para hacerlo, trabaja tu gestión emocional, bien sea con la ayuda de libros de autoayuda (seleccionado con mucho cuidado por favor), en Consultoría conmigo (donde comparto técnicas que yo misma aplico, algunas de las cuales voy comentando también en los post, en la pasada Masterclass, en talleres, CURSO básico de Orden, etc), o a través de un proceso terapéutico (con alguno de los profesionales que puedo recomendarte). Porque tu rabia, tristeza y miedo te están pidiendo a gritos salir, solo necesitas darte la oportunidad de escucharte y encontrar/aprender una manera sana de sacarlo y liberarte.
Mil gracias una vez más por leerme, y por darte la oportunidad de profundizar en tí mism@ a través de mis reflexiones:)
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Hasta el próximo jueves!