Algun@s se creen en el derecho de dar su opinión sin que se la pidan, y critican lo que otr@s hacen, o dicen, o son, sin esforzarse en empatizar, utilizar un lenguaje asertivo, y/o evitar los descalificativos!
Aclaro que la asertividad es la habilidad de una persona para ser clara, franca y directa, diciendo lo que quiere decir, sin herir los sentimientos de los demás, ni menospreciar la valía de los otros, simplemente defendiendo sus derechos como persona (y se trabaja/desarrolla desde el interior de la persona).
Y la empatía es la capacidad de percibir, compartir y comprender (en un contexto común) lo que otra persona ser puede sentir. Es un sentimiento de participación afectiva que implica ponerse en el lugar del otro)
No siempre es fácil, porque nadie ha vivido la vida ajena. Pero cuando uno es capaz de imaginarse en la situación del otro, con sus dificultades, sus bloqueos, sus conocimientos, recursos, etc… No se le ocurre criticar NADA, porque entiende que «no supo ni pudo hacerlo de otra forma ni mejor».
Quizás te suceda como a mí, que eres una persona abierta de mente, te gusta pedir opinión a los demás para valorar opciones que a tí no se te habían ocurrido, y sobre todo, te encanta tener expertos cerca a los que pedir guía en temas que no manejas. Incluso aceptas muy positivamente las críticas constructivas formuladas desde el respeto y que no enjuician tu valía personal.
Lo más sano que podemos hacer ante quienes no han desarrollado la capacidad de ser empáticos y asertivos, es «dejar de escucharles». Nadie necesita escuchar críticas destructivas, por lo que no debemos concederles el derecho de intentarlo, ni con la palabra, ni de ninguna otra manera.
En el fondo, cuando alguien se toma la libertad de enjuiciar a otro, está haciéndose muchísimo daño a si mism@… está alejando a todas las personas a quien enjuicia, y son dignos de compasión, pues cuánto dolor no tendrán para estar escupiendo el veneno de su constante juicio hacia si mism@s, que les impide vivir tranquil@s y respetar a los demás!
Vuelcan sobre tí los sentimientos negativos que no quieren o pueden sostener, y si te enganchas a defenderte, tomas su energía negativa. Lo mejor es parar la conversación, porque lo que dicen es su propia historia y no tiene nada que ver contigo. Cuando eres honest@ con ello@s, se toman ventaja en lugar de abrirse ell@s también y admitir sus debilidades. Ponen tan en duda su propia valía, que para compensarlo necesitan criticarlo todo en su intento inconsciente de quedar por encima. Si se observasen hablando del mundo, se podrían ver a sí mism@s, porque la crítica es una pura proyección sobre los demás, de lo que no quieren reconocer en sí mismos. Creen que ya lo saben todo y que no necesitan evolucionar.
Te animo a practicar el entendimiento de que estos juicios no tienen que ver contigo, y aprender a cuidarte poniendo límites y alejándote de quien te enjuicia (porque tu sito no es a su lado). Y también a pensar dos veces antes de hacer una crítica. Hazla sólo si es constructiva, desde el respeto, con mucho tacto, y poniéndote en la piel del otro. Sino, es mejor no hacerla, porque si realmente empatizas, quizás te den ganas de rendirle homenaje, en lugar de criticar, juzgar u opinar. Cada uno HACE, DICE y ES lo mejor que puede y sabe, “porque el único “pecado” posible del ser humano es la ignorancia” (Julio Herrero Lozano)
Si tienes dificultades para dejar de juzgar-te, puedo acompañarte en el proceso de lograrlo, para ello creé Re-Orden:)
Y si sientes que este post puede serle útil a alguien de tu entorno, te invito a compartirlo. el mundo nos quiere felices a tod@s. Hasta el próximo jueves!