Si me leíste la semana pasada sabrás que hoy quería lanzar una iniciativa maravillosa… Finalmente lo haré el próximo jueves. Por qué, porque siento que necesito parar, respirar, sentirme, conectar…. Siento que si lo que ofrezco es maravilloso, quiero hacerlo desde ese lugar maravilloso que es la calma y la serenidad de que todo fluye en tiempo y forma… Siento que la verdadera maravilla parte del estado calmado del SER, y este ES cuando me dejo SER… cuando de verdad me doy el espacio-tiempo para SER, cuando me permito crear las circunstancias adecuadas para dejar que suceda la maravilla que soy. Y eso, en este caso, significa concederme a mí misma un plazo de una semana para cuidarme mejor.
Es por eso que el post de hoy tiene el objetivo de «recordarte» que tú eres lo primero. Que lo más importante eres tú. Que es prioritario cuidarte, y que eso implica pararte a escuchar tu a tu cuerpo y tu alma y darle lo que necesita. A veces es tan sencillo como hacer 3 respiraciones profundas, beber un vaso de agua, o llorar de emoción recordando tus capacidades adormecidas. Es hora de despertar y hacerte consciente de que estas viv@ para disfrutar. Y eso lo haces desde el bienestar que consigues CUIDÁNDOTE. Así que por favor, para, respira, bebe agua, y déjate sentir tus emociones mientras escuchas el latido de tu corazón para conectarte con la calma de saber que TÚ ERES LA GRAN MARAVILLA QUE TODOS LOS CUIDADOS MERECE. Todo el tiempo que inviertas en cuidarte lo ganas en salud y en evolución personal, y eso se traslada al resto de áreas de tu vida. Basta ya de posponerte, es hora ya de priorizarte. Se acabó dejarte la energía en los demás y que termines el día exhaust@ sin haberte ocupado de tí. QUE CUIDARTE SEA TU OBJETIVO PRIORITARIO este 2020. Permítetelo, TE LO MERECES!
Te invito ahora a leer estas palabras de Bert Hellinger, que tienen bastante que ver con mi reflexión de hoy, y con TODO lo que integra la sorpresa que tendré lista para el próximo jueves… y ya sabes que nada sucede por casualidad….
«La vida te desilusiona para que dejes de vivir de ilusiones y veas la realidad.
La vida te destruye todo lo superfluo, hasta que queda solo lo importante.
La vida no te deja en paz, para que dejes de pelearte, y aceptes todo lo que Es.
La vida te retira lo que tienes, hasta que dejas de quejarte y agradeces.
La vida te envía personas conflictivas para que sanes y dejes de reflejar afuera lo que tienes adentro.
La vida deja que te caigas una y otra vez, hasta que te decides a aprender la lección.
La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas de querer controlar y fluyes como río.
La vida te pone enemigos en el camino, hasta que dejas de “reaccionar”.
La vida te asusta y sobresalta todas las veces que sean necesarias, hasta que pierdes el miedo y recobras tu fe.
La vida te quita el amor verdadero, no te lo concede ni permite, hasta que dejas de intentar comprarlo con baratijas.
La vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este cuerpo, sino el alma que él contiene.
La vida se ríe de ti tantas veces, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo.
La vida te rompe y te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que por allí penetre la luz.
La vida te enfrenta con rebeldes, hasta que dejas de tratar de controlar.
La vida te repite el mismo mensaje, incluso con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuchas.
La vida te envía rayos y tormentas, para que despiertes.
La vida te humilla y derrota una y otra vez hasta que decides dejar morir tu EGO.
La vida te niega los bienes y la grandeza hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a servir.
La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no necesitas ni alas ni raíces, sino solo desaparecer en las formas y volar desde el Ser.
La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro.
La vida te acorta el tiempo, para que te apures en aprender a vivir.
La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie, y así te conviertes en todo.
La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas para evolucionar.
La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que dejas tus caprichos y berrinches y agradeces respirar.
La vida te oculta los tesoros, hasta que emprendes el viaje, hasta que sales a buscarlos.
La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos y en todo.
La vida te acorta, te poda, te quita, te rompe, te desilusiona, te agrieta, te rompe … hasta que solo en ti queda AMOR«.
(las pistas sobre la sorpresa de la próxima semana están en la negrita cursiva)
Y como siempre te digo, si crees que este post puede serle útil a alguien de tu entorno, por favor, compártelo. El mundo nos quiere felices a todos!