Llegó a mis manos estos días un texto de María Cornelio que compartir contigo pues contiene las respuestas a una pregunta que seguro que tú también te haces a menudo ¿Por qué no sano?, entendiendo sanar no solo en lo que se refiere a curación física, sino a la recuperación emocional, la resolución de conflictos, el avance en las distintas áreas de tu vida, la materialización de tus sueños, etc
¿POR QUÉ NO SANAS?
No sanas porque cuando llega algo bueno a tu vida lo rechazas y prefieres quedarte con lo que no te hace feliz.
No sanas porque desconoces que tú eres el origen de tu enfermedad.
No sanas porque sigues ignorando al poderoso y valioso ser que llevas dentro.
No sanas porque continúas desatendiéndote y fingiendo que todo está bien en tu mundo.
No sanas porque no te has atrevido a enfrentarte a las personas que dirigen tu vida.
No sanas porque no usas tus tijeras para cortar lazos con personas que ya no te nutren.
No sanas porque has asumido que el sacrificio es la forma de demostrar amor a los demás.
No sanas porque no usas la magia del perdón para limpiarte de ira y rencor.
No sanas porque no respetas el libre albedrío de los seres que te rodean a ser lo que son.
No sanas porque intoxicas tu cuerpo de pastillas y químicos que acallan los síntomas que hablan de desarmonía interior.
No sanas porque huyes del rey Sol ,
no le hablas al mar
no te pierdes en el bosque y
has obviado que tú eres el sanador.
No sanas porque le pides al universo y cuando te escucha y te trata de llevar por un camino que te hará feliz te aferras al pasado, y tú tienes libre albedrío, si no te dejas llevar, no te llevarán a la fuerza, no sanarás si no quieres.
Este texto cargado de verdades, venía acompañado de una imagen que dice: Tu herida no será sanada con tiempo, ni con trabajo frenético, con una nueva aventura amorosa, ni con fiestas, ni dinero. Tu herida comenzará a sanar cuando la mires, cuando te escuches e integres el mensaje que te trajo ese maestro llamado dolor
Efectivamente… pues no se trata de hacer más, sino de SER MÁS tú mism@, de estar presente. Para ello es fundamental ser paciente contigo mism@, darte el tiempo de mirarte y escucharte, para entenderte y aceptarte. Cada dolor o dificultad trae consigo una enseñanza que si te resistes a aprender ahora, te estará esperando siempre.
¿Cómo conseguir serenidad?
Te animo a practicar la quietud, a través de la conexión con tu respiración. De esta forma conquistarás poco a poco el estado de serenidad que permite que tu caos se vaya disolviendo. Solo desde tu estado de continua presencia, dejas atrás el pasado y aprendes a confiar en un futuro tan maravilloso como seas capaz de crear en cada instante mediante pensamientos positivos que sustituyan el bucle de negatividad que te mantiene en el dolor que pretendes sanar.
Está en tus manos crear la vida que deseas a través del Orden, recordando que debe provenir de la Serenidad para que esté lleno de Paz, pues el Orden que procede del control y la rigidez implica tensión y lucha. Así que cuando te pongas a ordenar, hazlo desde tu yo más sereno, desde tu presencia absoluta, desde el reconocimiento y aceptación de quien eres en este momento de tu evolución. Créeme cuando te digo que el éxito de conseguir mantener el ORDEN una vez creado, tiene mucho que ver con el estado desde el cual lo haces. Y para ello es fundamental empezar por ACEPTAR honestamente tu situación actual,y desde esa serenidad soñar y planificar cómo crear el orden de vida que deseas, para que sea orgánico, fluido y mantenible:)
Trabaja en tí mism@, en tu propio ser, porque tu eres quien crea de sí mism@ una obra maestra!
Poquito a poco irás notando cambios, hasta que un día seas capaz de crear calma a tu alrededor sin recurrir a la manipulación y al control. Tu simple presencia podrá diluir una atmósfera caótica, porque estás seren@, en calma, presente para ti mism@.
Si te ha gustado este post, te animo a compartirlo con las personas de tu entorno, pues cuanta más serenidad logremos tod@s, más en paz estará el mundo:)
Hasta el próximo jueves!
Fuentes de inspiración: Returning to the Source – OSHO, Meditaciones para mujeres que hacen demasiado – Anne Wilson Schaef, ¿Por qué no sanas? – María Cornelio