A veces puede darte tanta pereza ponerte a ordenar, que te dan ganas de tirarlo todo y empezar de cero!
Esta es una opción bastante radical, no siempre posible, y quizás motivada por un arrebato, más que por una elección consciente de que eso sea lo mejor para tí en este momento, ¿no te parece?
La cuestión no es si es correcto o no el hecho de guardar ciertas cosas, sino tener claro si realmente guardarlas tiene un beneficio real para ti, o más bien lo contrario.
El Orden es magia pura: Cuando existe, fluimos más gozosamente por la vida, y su falta nos avisa de que algo no nos está haciendo bien.
Por ejemplo, ¿a que no guardas en el congelador un trocito de la comida exquisita que te hiciste el fin de semana, para poder recordar lo mucho que lo disfrutaste?
¿Qué sentido tendría hacerlo?
¿Cuándo te lo comerías ?
¿Verdad que con la experiencia de aquel momento vivido fue más que suficiente?
¿A que si quieres experimentar algo similar, simplemente lo cocinarías de nuevo?
Pero… ¿a que sí guardas otras cosas para recordarte experiencias vividas? del tipo: billetes de avión, entradas de cine, folletos de museos visitados, ropa que ya no usas, regalos que no te gustaron, fotos por revisar…
Plantéate las preguntas anteriores para cada ejemplo, y para otros muchos: cosas que guardas y eres consciente de que se acumulan creando desorden, porque no tienen un sitio concreto… Ellas saben que no están aportando valor en tu vida, y al crear caos te están avisando de que sobran, o como mínimo, de que debes prestarles más atención y/o tiempo!
Otro ejemplo que me gusta poner es el de los botes del baño. En lugar de tener uno de gel al uso, a veces te encuentras con varios abiertos al mismo tiempo ocupando espacio. Y muchísimos botes de distintos productos para el mismo fin! Hay tantos que no los ves bien, olvidas que los tienes, y acabas comprando repetidos, acumulando de forma imparable!
Ahora piensa en un jardín, en el que vas sembrando sin planificación, y poco a poco se convierte en una mini-selva caótica que dificulta que cada planta tenga su espacio y crezca frondosamente sin eclipsar a otras.
Detrás de la pereza a ordenar casi siempre hay un miedo que pesa, bloquea, e impide avanzar… Y la única forma de traspasarlo es aceptarlo y cambiar las creencias sobre las que se ancla, te lo aseguro.
Si sientes la necesidad de poner Orden en tus espacios y en tu vida, hacer de tu casa u oficina un lugar más práctico y visualmente armónico, y quedarte solo con lo que de verdad te gusta, pero no sabes cómo hacerlo, pincha aquí
Y si crees que este post puede darle luz en su camino a alguien de tu entorno, no dudes en compartirlo… Será un honor poder inspirarle también:) Hasta el próximo jueves!